Seguimos con los intentos de dieta sana, sanísima, así que, aquí os dejo una receta que llena mucho y que tiene poquísimas calorías. Es fácil de hacer, se puede congelar y estár riquísima...
He combinado la verdura con las legumbres y le he añadido dos toques interesantes: sésamo y curry, algo que se agradece cuando se está a dieta y siempre acaba siendo lo mismo: verdura cocina, ensalada y carne o pescado a la plancha... así que ya sabéis... IMAGINACIÓN AL PODERRRR.
Los ingredientes son: 1 romanescu, 2 zanahorias, brotes de espárragos o de soja, 1 boto de 400 gr., de garbanzos cocidos, una cucharada sopera de aceite de oliva, una cucharada sopera de sésamo, una cucharada sopera de un buen curry (la intensidad de picante la decidís vosotros), un par de cucharadas de salsa de soja, sal.
Con esta cantidad tenéis para unas 4 raciones. Yo congelé un par de ellas y viene estupendamente cuando llegas del curro y no sabes qué vas a comer... así no caes en otras "tentaciones" más calóricas.
El romanescu, cuyo nombre científico es Brassica Oleracea, es un híbrido, cruce de brécol y coliflor, es rico en vitamina C, antiescorbútico, sobre todo si se toma crudo y recién cortado. Posee aneurina, caroteno y muchos minerales beneficiosos para el organismo humano.
La elaboración es sencillísima. Cortar el romanescu lo más pequeño posible, siguiendo las pequeñas formas geométricas. Pelar y cortar a rodajas las zanahorias. Poner a hervir agua con sal. Añadir el romanescu y las zanahorias y cocer hasta que esté tierno, pero no excesivamente, tiene que quedar "al dente". Sacar y enfriar.
Poner en una sartén la cucharada sopera de aceite de oliva. Cuando esté caliente, añadir la verdura cocida y los brotes de espárragos cortados (o brotes de soja) y los garbanzos cocidos. Rehogar unos 5 minutos. Añadir la salsa de soja, el sésamo y el curry. Saltear todo otros cinco minutos. Rectificar de sal y a comerrrrr.....
No hay comentarios:
Publicar un comentario